domingo, 19 de mayo de 2013

Algo para compartir: Reseña sobre Las 24hs.de Elena


Reseña de Juliano Oscar Ortiz - Lunes, 13 de Mayo de 2013 para revista España

Las 24hs. de Elena
Patricia Bence Castilla
Ruinas Circulares Ediciones
166 páginas


El alcohol ha sabido llenar las páginas de grandes escritores desde siempre. De los barriles de ron que consumen los piratas de La isla del Tesoro, hasta las historias en dónde Edgard Allan Poe narraba sus terrores, pasando por Robinson Crusoe en su naufragio o las recetas del daiquiri de Hemingway. En Rayuela de Cortázar, Horacio, ofrece vino francés “de la casa” a los clochards parisinos. En Las 24 hs de Elena, el alcohol es el hilo conductor en el que la historia de Elena, Luisa y Julián existe para mostrar un universo de penumbra y desasosiego, un entramado donde los celos, la autoestima y la amistad se cruzan alternándose la preponderancia en sus vidas. Elena relata con dolor y angustia momentos que suceden y otros en los que su imaginación vuela perdida para posarse en los umbrales de lo real. Luisa es el eje de su existencia y en ese apego la figura de Julián es un páramo en el que las dos mujeres descansan sus miserias y sus anhelos.

Entre ellos, Palmira, una doméstica que trata de no comprender y alejarse de lo emocional pero sin poder lograrlo. Gervasio y Silvia, espectadores del dolor de Elena, son creados fuertemente como una ilusión en la mente de Elena, casi como una necesidad en ese desconsuelo ante lo impensado.

El hecho policial es un engranaje, una herramienta en el que los personajes son arrojados en una suerte de resultado insoslayable. El lector podrá tratar de adentrarse en el laberinto de una situación que toca las fibras más íntimas del ser humano, la cruel dependencia de una adicción y todos sus derivados, la soledad, el egoísmo, el escarnio, las mentiras.

Patricia Bence Castilla arma así una novela con la que demuestra su talento para indagar en la narrativa introspectiva y en el azaroso camino del diálogo. Su manejo de la voz protagonista es marcadamente cuidado y cada uno de los personajes nos parece decir palabras de un modo intimista.

La autora nació en la Ciudad de Buenos Aires. Es editora y empresaria gráfica. Cursó seminarios de poesía y narrativa en los talleres de reconocidos escritores argentinos. Fue seleccionada e invitada a participar en distintas antologías, también participó como jurado en importantes certámenes literarios. Publicó los siguientes obras: Felices los niños (cuento 2007), Errar al blanco (novela 2008), Babel (poesía 2009), Ahogar la sed (novela 2010), Maldecir (poesía 2010), bajo el sello editorial de Ediciones Ruinas Circulares que dirige desde 2007.

Juliano Óscar Ortíz